El mambo surgió en Cuba en los años 30 con un contagioso ritmo. Rápidamente se convirtió en una música de referencia en las discotecas, especialmente en Nueva York. Allí, las amplias mangas con volantes y las coloridas faldas de vuelo se contoneaban al son del mambo en un espectáculo que refleja nuestra colección Mambo, una revolución en el sector cerámico. Su innovadora tecnología oculta los cantos, permite combinar formas y colores y da uniformidad a las piezas.